No hay estereotipo del que nos salvemos

 

Todos somos esto o aquello. Se piensa que los árabes son terroristas, los colombianos narcotraficantes, las mujeres brutas y los LGBTIQ unos pobres anormales.

 

Luchar contra los estereotipos se ha vuelto un muro social para diversos grupos y sociedades. Es muy difícil conocer al otro, y la razón se concentra en que básicamente no nos concentramos en el otro para conocerlo y a partir de ahí nacen prejuicios que se convierten en estereotipos. A todos nos molesta que la propia gente opine, critique y juzgue sin conocer, pero esa es la vida de hoy. Las críticas hacia la comunidad gay se vuelven fuerte conforme hay más desinformación sobre el tema; por eso presentamos los 3 estereotipos más claros que se tiene sobre la comunidad gay:

 

“Los homosexuales son promiscuos”

 

La promiscuidad se remonta a tiempos inmemoriales, y desde esos tiempos tanto heterosexuales como homosexuales han tenido relaciones sexuales con gran cantidad de personas. Pero si nos remontamos a una época más reciente, hablemos de los 60’s y 70’s, pues en varias casas de citas parejas heterosexuales se citaban para tener orgías (si no todo los días, cada fin de semana). No hay que negar que los homosexuales de dicho tiempo realizaban estas actividades en compañía de las parejas hetero, pero si está muy mal dicho que sólo la comunidad gay es promiscua.

 

En tiempos actuales la situación ha cambiado bastante, pero si se dan cuenta en grandes redes sociales con fines sexuales la búsqueda de sexo también está a la orden del día (tanto para homosexuales como para heterosexuales). Bien han dicho que el ser humano biológicamente necesita tener encuentros íntimos con otras personas, aunque claramente la sociedad construye el ideal de que sólo los gays son los “brincones”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“Los homosexuales tienen sexo horrible”

 

 

“¿Cómo es posible que dos vaginas o dos penes tengan contacto sexual el uno hacia el otro?”, “Que asco ver dos manes tirando”, “¿Cómo hacen dos viejas”, entre otras, son apenas frases incómodas y molestas que dan a entender que algunos heterosexuales conciben el sexo gay o lésbico como algo monstruoso y grotesco (Gracias Senador Gerlein).

 

 

¿Por qué tenerle asco a las otras variantes del sexo? No estoy diciendo que se acepte todas las modalidades del sexo porque realmente hay unas que son verdaderamente asquerosas (la necrofilia, la zoofilia, etc). Sin embargo si dos seres humanos deciden tener algún contacto sexual (no importa su sexo), no hay que tomarlo por el lado religioso de anormal, excremental, inconcebible y una abominación.

 

 

Es aquí cuando el la doble moral es evidente. Mucha gente dice que el sexo gay es asqueroso porque su vía de placer es el sexo anal y pues aquella vía es la única para expulsar sus residuos sólidos. ¡No sean mojigatos y digan que ustedes heterosexuales han practicado sexo anal y que les encanta! Porque sencillamente la cavidad anal es tan estrecha que produce gran placer para el que lo da, y para el que lo recibe (si eres hombre). Todos nos cagamos, es cierto. Pero también existe la higiene, y eso destruye el preconcepto estúpido de que es asqueroso (porque al fin y al cabo orgasmos para el sexo anal, hay y de sobra).

 

 

El sexo oral ha sido practicado muchísimo tiempo atrás por seres humanos con tendencias homosexuales o heterosexuales. Hoy en día para algunas sociedades y culturas es un tabú, y más si se practica sexo oral entre parejas del mismo sexo. Sólo quiero decirles que tanto un pene como una vagina ocultan tantas bacterias como se puedan imaginar, además metanse un pito o una cuca a la boca la contracción de bacterias va a ser similar, entonces tanto heterosexuales como homosexuales pueden preocuparse por contraer alguna bacteria teniendo un contacto sexual.

 

 

¡Vivan y dejen vivir!